Potenciar modelos de negocio con IA: sistemas de diseño escalables

Uno de los aspectos más revolucionarios de la IA generativa como herramienta de producción de contenido, es la autonomía. Los modelos de lenguaje generativos, tanto de texto, imagen, sonido, o video, proponen un cambio de paradigma en cuanto a que cualquier individuo puede -en un instante- generar un informe detallado de los enfrentamientos bélicos que se desarrollaron entre 1939 y 1945, sin siquiera saber de ganadores, perdedores o culpables.

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Ahora bien, no somos historiadores, pero nos gusta hacer historia, y si podemos construir Roma en un día, hacerlo.

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Acá entra la IA

¿A qué nos referimos con autonomía y dónde creemos que nosotros, como profesionales, podemos establecer una línea diferencial en la ejecución de una herramienta que democratiza la capacidad operativa, sin diferenciar entre experto y aprendiz? O al menos así parece.

Vamos por el comienzo… autonomía. Por definición es “La condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”. Entonces cuando hablamos de ella en términos de negocio, pensamos en ejecución, en optimizar tiempos, y hablar de tiempos implica hablar de recursos, y si hablamos de tiempo y recursos, es ineludible pensar en escalabilidad.

Entonces, si asociamos el negocio al diseño, podemos pensar en el ideal de autonomía cuando cualquier participante de la ejecución de un proyecto tiene la virtud de desarrollar múltiples tareas y crecer como un individuo polivalente, independiente, e incluso y aún mejor, interviene y favorece otras áreas. Pensando en la salud de un negocio, la autosuficiencia de sus participantes es un componente clave, necesario para pensar en la supervivencia y en el crecimiento. La inteligencia artificial, dentro de todo este ideal de autogestión, disemina el conocimiento cross-area para elevar y potenciar el espectro de ejecución de cada una. La línea entre un equipo de marketing, un equipo de diseño, y uno de arte, es cada vez mas delgada.

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Como pequeña mención, por autonomía no hablamos de limitar la capacidad de encuentro de equipos. En lo absoluto. Creemos en el conocimiento compartido, en que un grupo puede más que un individuo y que en la mezcla del bagaje de un conjunto de personas, radica la riqueza del ser. En sí, el lugar que ocupan este tipo de herramientas es levantando la vara en áreas de desconocimiento, para llevar los encuentros y debates cross-area al siguiente nivel.

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Ahora bien, si la IA es un componente tecnológico democrático, tanto en conocimiento, como en ejecución, y tanto nosotros como nuestros hipotéticos competidores, tienen acceso a la misma, ¿Cómo logro usarla como un componente diferencial? ¿Cómo dar valor agregado a un elemento que empareja conocimiento y nos hace a todos ejecutores donde antes no lo éramos? ¿Dónde está el valor del especialista en este momento?

Desde Paisanos, podemos ejemplificarlo con un Caso de Estudio: zityhub. El cliente se acerco a nosotros con el objetivo de renovar su sitio web, y comunicar de forma más atractiva su propuesta de valor y diferenciales; sumado a la necesidad de identificar un nuevo norte gráfico que potencie su identidad, genere reconocimiento en el mercado y dé una imagen corporativa basada en sus principios y virtudes. Además, acorde a una estructura de producto pequeña y a un equipo de Marketing y Diseño con integrantes ocupados, una necesidad subyacente que surgía de su equipo, fue la de capacitar y brindar herramientas a aquellos equipos que participan en la generación de material gráfico. En sí, el desafío radicó en que cualquier integrante de los equipos de contenido pueda generarlo de forma autónoma, incluso si el norte gráfico incluía elementos que excedan su expertise y capacidad de ejecución. Y además ¿cómo hacer para que, en el camino, se pueda sostener la consistencia, la coherencia y la calidad de lo generado? ¿Cómo ser un director de arte omnipresente posterior al handoff y al delivery?

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Acá entran los expertos

A nivel proceso, siempre partimos de la base que nos da nuestro moodboard. ¿Qué es un moodboard y por qué es fundamental para nuestro proceso? Un moodboard es un panel visual y compositivo, que nace de la bajada aspiracional de nuestro cliente, los conceptos principales de su marca y una extensa búsqueda referencial gráfica. Nos define la identidad de producto en términos visuales -como imaginamos su tipografía, sus márgenes compositivos, sus colores, misceláneas, etc- y aún más importante, en términos conceptuales, qué queremos transmitir con el mismo. Este panel es fundamental, ya que va a ser el que defina el clima general y se encargará de hacer de tamiz para la selección de los elementos gráficos. Traduciendo a la IA, el moodboard definirá el conjunto de atributos que asignaremos en el prompt a la hora de ejecutar herramientas como MidJourney (dicho sea, es la que utilizamos).

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Para este caso algunos conceptos principales que atravesaban a la marca devienen de la eficiencia, la innovación, lo inteligente, lo flexible, lo líquido, lo tecnológico, lo humano y lo corporativo.

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Entonces, definida la dirección, definidos los conceptos, tenemos un marco estético. Ahora falta estructurar la solución: el prompt dinámico. Este prompt va a ser el nuevo director de arte, nuestro guía, para que cualquiera que lo ejecute, cree piezas curadas y acordes a lo que nosotros, durante el transcurso del proyecto, diseñamos. Este enunciado debería ser lo suficientemente cerrado para delimitar la consistencia y la coherencia, pero abierto en sujeto para que sea los suficientemente versátil para usarlo en la diaria.

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Este es uno de varios prompts que diseñamos durante el proceso de trabajo. Digo varios porque si bien el prompt es dinámico, realizamos una categorización de las necesidades de la marca, para que cada estructura de prompting sea acorde al resultado esperado. Es decir, para la categoría “fotografía” disponíamos de un prompt, para la categoría “renders” otro, y así sucesivamente según la necesidad.

Entonces, si tenemos diversas estructuras de prompt acorde a los distintos tipos de sujetos, la consistencia visual entre piezas, como dijimos previamente, dependerá de los calificativos y los elementos descriptivos para que se mantenga la línea de diseño. Llamemos calificativos a todos aquellos atributos que determinan el estilo. Elementos tales como: el tono de color y la temperatura, la iluminación, la materialidad, el tipo de plano, etc, etc. En sí, son fundamentales para que nuestros prompts generen clima y personalidad, y donde se puede obtener la coherencia general cross prompt. Por el otro lado, las estructuras del enunciado, permitirán al sistema de lenguaje interpretar de la mejor manera toda la carga compositiva, y es fundamental para un resultado escalable.

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Recap

Entonces cito los disparadores de todo este artículo: ¿Cómo logro usar la IA como un componente diferencial? ¿Cómo dar valor agregado a un elemento que empareja conocimiento y nos hace a todos ejecutores donde antes no lo éramos? ¿Dónde está el valor del especialista en este momento?

Respondiendo desde nuestras soluciones:

- Logramos encontrar en la inteligencia artificial una herramienta que empodera a los equipos a ser, a desarrollarse, a exceder sus límites.

- Identificamos en la facilidad de uso y en la baja barrera de entrada, un espacio para promover a todos los equipos, el uso de este framework y ser autónomos dentro de su flujo de trabajo habitual, eliminando el tiempo de la operación compartida en áreas donde no era tan necesario. Al mismo tiempo fuimos, somos y vamos a ser parte de este empoderamiento de forma criteriosa.

- Encontramos que el valor del especialista esta en la técnica y en la exploración. En el conocer a fondo la estructura semántica que proponen los modelos de lenguaje, para poder adaptar distintas estructuras a diversos outcomes.

- Encontramos el diferencial en el conocimiento de la historia del arte y en la disciplina de diseño, para cargar de estilo a ese enunciado al que todos tenemos acceso.

- Encontramos el valor en el bagaje del diseñador, en su lenguaje, en su singularidad, en su poesía. Si puede hacer, puede enseñar y -si enseña- da valor al producto y al humano que lo acompaña.

- Encontramos el valor agregado en el detalle, en ser minuciosos y exhaustivos, enamorándonos del proceso… al menos hasta que se termine el roadmap. Mentira, siempre vamos a dar un poquito más.


Te dejamos el caso completo acá 🧉

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